
Es un atributo divino; una virtud; una demostración de personalidad; El mejor ejemplo que podríamos presentar es la saga de Job, que superó todas las dificultades, pruebas y miserias, siempre confiando en la protección divina.
Se dice “espíritu fuerte” para aquellos que soportan las vicisitudes de la vida; Esta fortaleza del espíritu refleja un carácter bien formado. El masón se esfuerza por hacerse más fuerte, asistiendo regularmente a los trabajos de su Logia, porque, “recargando sus baterías”, tendrá los medios para enfrentar y superar los obstáculos que surgen o se presenten.
El grupo masónico es solidario; es suficiente para el masón que necesita dar al grupo conocimiento de su situación, para que obtenga los medios para superar la crisis.
El masón nunca debe considerarse solo y abandonado, porque, en realidad, tiene una familia numerosa, donde los Hermanos están ansiosos por ayudarlo.
Sin embargo, se necesita franqueza para exponer las necesidades; toda crisis puede ser superada; no seamos el “Job” de la vida, cuando tenemos las soluciones a la mano.
La fortaleza del espíritu es equivalente a recorrer el camino de la victoria y la seguridad.
El masón nunca está indefenso.
Breviário Maçônico / Rizzardo da Camino, – 6. Ed. – São Paulo. Madras, 2014, p. 172.
2 de junio.