El mayor de los edificios de este tipo en España será el eje de un ciclo de conferencias y una exposición donde se podrá volver a ver los fondos de la Logia Añaza incautados tras la Guerra Civil
¿Cuál es el secreto masónico? Basta con una búsqueda en Google para darse cuenta de la cantidad de información —fiable alguna, otra no tanto— que circula sobre esta materia, que no hace más que alimentar tanto la curiosidad profana como la mitología popular acerca de la masonería. Por eso, no deja de ser llamativo lo que está sucediendo en las últimos tiempos con el templo masónico de Santa Cruz de Tenerife.
Aunque los anuncios acerca de que se rehabilitaría esta instalación comenzaron hace años, con otro grupo de gobierno municipal, el actual (CC-PSOE) se ha planteado resolver el problema que plantea el serio deterioro del edificio, ubicado en la calle San Lucas, en pleno centro de la ciudad.
Así, han apelado a los medios hoy en día a su alcance para recaudar los fondos necesarios —cinco millones de euros— para iniciar las obras: una página web (templomasonicotenerife.es), un perfil de Facebook y el sistema de «crowdfunding», esto es, pequeñas aportaciones de los interesados en que el templo recupere el esplendor de otros tiempos.
La pregunta es por qué habrían de hacerlo. La respuesta es que al templo de la capital tinerfeña se lo tiene por «el edificio más importante de la obediencia masónica de España» y una «pieza clave en el estudio de la arquitectura masónica» a lo largo y a lo ancho del mundo, según sostiene el historiador Alberto Darias.
Este camino se inició con la firma de un convenio entre el ayuntamiento y las principales logias masónicas de España, el Supremo Consejo del Grado 33 y la Gran Logia de España, que se manifiesta también en un ciclo de conferencias a celebrarse entre el 4 y el 26 de septiembre y que serán un llamamiento internacional para obtener los fondos necesarios para la rehabilitación del edificio, que además ha sido declarado Bien de Interés Cultural.
Junto con todo esto, se organiza una exposición en la Mutua de Accidentes de Canarias, en su sede de la Casa Elder, donde se podrán contemplar, para muchos por primera vez, los fondos incautados tras la Guerra Civil, cedidos por el Archivo Histórico de Salamanca y procedentes de la tinerfeña Logia Añaza y del propio templo masónico.
El interés que ha despertado todo esto se traduce en la gran cantidad de solicitudes recibidas para visitar el templo en septiembre, que se permiten con carácter excepcional ya que el inmueble no se encuentra adecuadamente acondicionado para recibirlas.
El recorrido se limita a grupos de diez personas durante quince minutos, en los que se accederá únicamente a las principales estancias del edificio, como la fachada, el salón de los Pasos Perdidos, la Cámara de Reflexión y la sala de Tenidas, según ha informado el ayuntamiento capitalino.
Más allá del misterio, o del secreto, Alberto Darias rescató, durante la presentación de estas iniciativas, que la Logia representa «la concordia, la buena voluntad y el civismo» y como muestra de convivencia señaló la proximidad entre el templo masónico y la Iglesia del Pilar, a apenas 80 metros uno de otro.