La Francmasonería o Masonería tiene su fundamento esencial en la fe de un Poder Supremo expresado bajo el nombre de Gran Arquitecto del Universo; sus principios se resumen en estas dos máximas: conócete y ama a tu prójimo como a ti mismo.
Esta Masonería, llamada regular o reglamentada, es una asociación libre de hombres independientes, los cuales sólo dependen de su conciencia y se dedican a poner en práctica un ideal de Paz, Amor y Fraternidad.
Tiene como objetivo el perfeccionamiento moral de la humanidad y como medio de propagación una verdadera filantropía, con el empleo de costumbres y formas simbólicas.
Impone a todos sus miembros el respeto a las opiniones ajenas y les prohíbe toda discusión política o religiosa a fin de constituir un centro permanente de unión fraternal. Los francmasones se reúnen en lugares especiales llamados Logias con el fin de trabajar allí ritualmente, con celo y asiduidad, y sólo admiten a hombres mayores de edad, creyentes, de buenas costumbres, honorables, leales y dignos en todos los aspectos.
En las Logias se aprende a amar a la Patria, someterse a sus Leyes, respetar las Autoridades legítimamente constituidas; a considerar el trabajo como un derecho y un deber esencial en el ser humano y en consecuencia, a honrarlo en todas sus formas y hacer de el por medio de la palabra, del ejemplo y de lo escrito, toda difusión útil.
El desarrollo de todo lo anterior que constituye en síntesis los objetivos universales de la Francmasonería, son los fines de la Gran Logia de España. Los principios inspiradores de la Francmasonería se basan en los siguientes documentos reconocidos por todas las Grandes Logias Regulares existentes en el mundo. Estos son:
La Gran Logia de España declara que la verdadera, pura y antigua Francmasonería, consta únicamente de tres Grados: Aprendiz, Compañero y Maestro. Los trabajos en todas las Logias y Tenidas, serán siempre abiertos y cerrados a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo, y el Libro de la Ley Sagrada permanecerá abierto durante los trabajos, colocando la Escuadra y el Compás en la forma ritualmente establecida.